jueves, 17 de julio de 2008

Los beneficiarios y el drama social.



Los principales beneficiarios del ejército de Salvación son los indigentes y aquellos que han caído bajo el yugo del alcoholismo, viendo perdidas sus posibilidades de reinsertarse a la sociedad y encontrar un trabajo estable. Ya desde mediados del siglo XIX se identificó al alcoholismo como un problema fuerte en Valparaíso, que afectaba a gran parte de los hombres de clase obrera, por lo que se veia como un vicio "perjudicial, ya que enferma los órganos más nobles de la economía humana: cerebro, corazón, estómago e hígado; que se endurecen terminando prematuramente con la existencia de los ebrios (...)" (Escobar & Blaya, 1919)los mismos autores comentan que el alcohol "chachifica" a la persona, durmiéndola brutalmente.

Es por ello que los ingleses, protestantes, inspirados por su fe y sus lineamientos doctrinales reaccionarios quisieron combatir este problema creando casas de acojida para ayudar a los alcohólicos. Un importante aporte a esta caus fue el Ejército de Salvación, que gracias a la discplina de sus integrantes (que no beben, ni fuman, ni pueden incurir en ningún vicio), a las palabras de aliento, y a la ayuda y acogida que prestan a los hombres de la ciudad han logrado la mejora - o conversión como llamarían ellos- de varias personas.

Actualmente se continúa con esta labor de lucha contra la indigencia y el alcoholismo buscando la mejora y "salvación".

LOS NECESITADOS

Pedro Fernández Ovalle, de 49 años, porteño de nacimiento, fue trabajador portuario y llegó a la calle hace unos cinco años debido al alcoholismo, el mismo motivo por el que su mujer lo dejó.

"Me siento frustrado por mi situación, duermo en el Ejército de Salvación; si no fuera por el 421 y Remar (la corporación "Rehabilitación y Reinserción de Marginados") no comería. Tengo una hija a la que no veo desde diciembre. Siento que las autoridades no se preocupan por nosotros los indigentes; vivo de lo que me dan en la calle, pero me gustaría volver a trabajar, nadie le da una oportunidad a un alcohólico. La gente nos mira con desprecio, pero uno es una persona honrada; he tratado de levantarme pero no puedo".

Miguel Barrera, de 53 años, ex pescador de la caleta El Membrillo, cuenta que hace 15 años llegó al sector de la plaza Echaurren, debido a que en un temporal se destruyó el bote donde trabajaba. Ahora, dice "vivo en la plaza y duermo en el Ejército de Salvación, pero si uno no tiene los 700 pesos para pagar la cama, uno tiene que dormir en cualquier parte. No tengo una atención médica cuando me enfermo, vivo el día a día, gracias a que lavo autos y vendo helados. Tengo 4 hijos a los que no veo, incluso uno es de la Armada. Debido al alcohol, tuve que vender mi casa en el cerro Cordillera, pero sueño con volver al mar algún día".

Otro caso es el de José Norambuena, ex dirigente de la construcción, quien se queja de que "a mí no me ayuda nadie". Aunque duerme en el Cerro Alegre, admite que pasa casi todo su tiempo en el sector de La Matriz. "La pelea de uno es constante, hay que luchar para poder sobrevivir. Si no fuera por el 421, uno no tendría que comer; allí hasta nos dan ropa. Vivo de lo que pido a la gente; por razones políticas (fue dirigente sindical del PC) y el alcohol, llegué a ser indigente. No veo ninguna salida a mi situación y estoy sin esperanzas", concluye.

QUIENES AYUDAN

Aparte del ejército de Salvación se cuenta con otra ayuda, como se mencionó en la entrada anterior, de la Iglesia la Matriz y su casa de acogida, junto con el comedor 421. Asimismo contribuyen federaciones de Estudiantes de las universidades de Valparaíso que organizan activiades de ayuda a los indigentes, tales como ir repartir café y galletas o las "Chocolatadas" que consisten en ir al hogar, llevar chocolate caliente a los hospedados y conversar con ellos brindando un momento de alegría y calor a los hombres caidos en desgracia.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, quisiera solitar que pusiesen referencia a algunas fotografías mías que están usando. Estas fueron sacadas dentro del contexto de una investigación en terreno con autorización de las personas que allí aparecen, por eso es importante.
Saludos
Francisca Retamales

Unknown dijo...

Además, verificar la cita del texto que ocuparon, creo que la que allí ponen no es.
Saludos